Hace algunos días me convertí en el feliz poseedor de un teléfono inteligente, andaba como niño con juguete nuevo, cuidando no rayarlo, presionando cuanto botón encontraba , navegando en internet, checando mi mail, comentando en FaceBook, configurando mi mensajero, chateando ¡Vamos que se entiende! , Feliz de la Vida!! y me decía a mí mismo "Soy un ejecutivo , tengo un SmartPhone!!".. Vamos!! Como en la película de Titanic ¡Soy el rey del mundo!
Bueno,bueno!! mucho teléfono pero por pre-pago, es decir, no tengo un plan tarifario, pero este nuevo aparato me permitía disfrutar de un mar de posibilidades, video, cámara, telefonía, internet! En pocas palabras un teléfono inteligente, pero.. como todas las historias , no todo es felicidad y si, efectivamente, MI TELEFONO ES INTELIGENTE!, en la primer oportunidad y haciendo uso de su libre albedrío (por eso es inteligente) decidió que le hacía falta una actualización y sin decir agua va! se desconecto del WiFi (Güai Fai) de la oficina y se enlazó a la red de Telcel, procediendo (de acuerdo a su inteligencia) a descargar cuanta actualización encontró! Dejando mi saldo de 450 pesitos en tan sólo 150 pesos, es decir que esa actualización me costó 300 pesos!! (Y debo confesar que lo hizo en dos ocasiones).
Efectivamente concluyo que mi teléfono es inteligente, pero no trabaja para mí, sino para la compañía telefónica, de modo que tuve que quitarle lo inteligente (Eliminar la conexión a internet del proveedor) y ahora ya no lo es, de vez en cuando me dice "Señor aún no ha configurado su acceso , desea que me conecte con mi enlace predeterminado???", De modo que lo mantendré vigilado no sea que un día de estos despierte de su letargo y se vuelva nuevamente "inteligente".
Saludos desde este lado del cable!
Carlo Magno
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